La fuerza centrípeta es la que mantiene a un cuerpo en una trayectoria circular, dirigiéndose siempre hacia el centro de la trayectoria. Su nombre proviene del latín "centrum" (centro) y "petere" (dirigirse hacia). Aunque la fuerza gravitacional entre objetos comunes en la Tierra es difícil de observar debido a su pequeña magnitud, se vuelve evidente en cuerpos con grandes masas.